William Darrell describe sus esculturas cinéticas como “organismos mecánicamente abstractos”, formas animadas que pulsan, se sacuden y giran con un movimiento realista. El artista con sede en Londres se inspira en la relación entre lo orgánico y lo mecánico, junto con las cualidades atractivas y fascinantes del movimiento que pueden provocar “miedo o fascinación” en el espectador. Él dice: “Hay sepia que hipnotiza a su presa para atraparla. Como artista, sigo un método similar”.