“Me fascinan las geografías ficticias y las mitologías del paraíso, lugares donde podemos escapar de nuestras realidades terrenales”, dice la artista Tanya Schultz, también conocida como Pip & Pop, cuyas cacofonías azucaradas a gran escala estallan con pasteles azucarados y deliciosas texturas. “Estos lugares pueden o no existir, a menudo se encuentran por casualidad y son imposibles de ubicar nuevamente una vez que los abandonas. Creo que pueden verse como lugares ilusorios donde proyectamos nuestros sueños y deseos”.

Schultz se inspira en las utopías míticas de lujo y abundancia, como el medieval Pays de Cockaigne, también conocido como Luilekkerland o Schlaraffenland. En un lugar caracterizado por la ociosidad y la comodidad, “las calles están pavimentadas con pasteles, las casas están construidas con pasteles, las montañas están hechas de pudín y el queso llueve del cielo”, dice la artista.