Tiras de telas vibrantes con patrones, hilos rojos entrelazados y objetos cotidianos flotando en el cielo son algunos de los motivos recurrentes en las obras de El Gato Chimney. El artista con sede en Milán tiene una visión surrealista impregnada de metafísica, espiritualidad y mitología que incorpora en escenas repletas de detalles inesperados: grupos de casitas de pájaros y adornos florales envuelven el cuerpo superior de un pájaro como una prenda, un melancólico mulo sujeta un báculo de oro mientras ranas amarillas trepan por su torso y patas, y un brazo desprendido emerge de una nube agarrando una serpiente enfurecida. Cada pieza fusiona el mundo natural con lo oculto y mágico, situando firmemente sujetos y objetos reconocibles en el reino sobrenatural.