Acomodadas en los confines estrechos de una forma rectangular, las ilustraciones vivaces y fantásticas del artista con sede en Tel Aviv, Ori Toor, están impregnadas de una energía caótica. Situadas sobre fondos sólidos, las obras son una mezcla frenética de componentes mecánicos superpuestos, personajes caricaturescos y elementos naturales como flores con caras o planetas con forma de píldora. Toor juega con la escala y la perspectiva de una manera que crea diversos caminos narrativos serpenteantes en cada pieza, junto con un intrincado atractivo visual aparentemente interminable.