Todo el material del trabajo de Erik Johansson es tomado en diferentes locaciones que luego compone en photoshop. Una sola imagen puede consistir de 300 capas y no usa nada de CGI, elementos dibujados o fotos de stock.

Johansson captura idea en lugar de momentos al crear mundos imposibles que hacen que la gente piense y rete la idea de lo que es considerado como arte hoy en día.