Cualquiera que piense que los científicos no pueden ser artístas pensarán lo contrario después de estas obras por el Dr. Greg Dunn y Dr. Brian Edwards. Este neurocientífico y físico práctico se unieron para crear una serie de imágenes artísticas, titulada Self-Reflected.

Lo que hicieron fue tomar unas muestras bien delgadas de un cerebro humano y le aplicaron 1,750 láminas de oro creadas con un diseño a base de un programa digital que diseñaron. Muchas piezas fueron pintadas a mano y digitalizadas después para demostrar la coreografía compleja que conlleva el cerebro al procesar información.