Los humanos crean enormes montañas de basura que suelen perjudicar a la naturaleza de una forma u otra y muchos de los desechos que creamos no se descomponen con la velocidad como para que la naturaleza esté al corriente.

Esto deja generación tras generación recogiendo la basura de sus ancestros, y a pesar de todo el tiempo y la energía que dedicamos intentando encontrar una solución, quizá nunca solucionemos este problema.