Las pinturas sensuales de Valéria Ko celebran la figura femenina. La cualidad delicada y fluida de las acuarelas funcionan bien para sus obras. Sus pinturas parecen misteriosas y alegóricas. Sus sujetos suelen ser puestas en espacios indescifrables, posando seductoramente para presencias desconocidas o para ellas mismas.

Rara vez miran al espectador, pero cuando lo hacen, revelan una sensación de hostilidad como si lo vieran como una presencia que está invadiendo su privacidad.