Desde el centro de una estructura cuadriculada hecha de esferas a rayas y formas alargadas, emergen dos elementos que remiten a unos ojos. Parecen observar desde una composición mayormente abstracta, acompañados por formas que evocan orejas, narices y bocas, todas incrustadas en patrones vívidos.

La obra del artista Geoffrey Todd Smith, radicado en Chicago, toma la forma de retratos ambiguos elaborados con gouache y tinta, que recuerdan máscaras o reflejos distorsionados. Son figuras lejanas, sin una identidad definida. “La verdad, sigo pensando en ellas como formas que evolucionan”, cuenta a Colossal. “Intento descubrir cosas nuevas cada vez que las miro. No estoy completamente seguro de querer entenderlas del todo, porque probablemente dejaría de hacerlas si lo hiciera.”