En los retratos de Tran Nguyen, los sujetos animados coexisten con entornos etéreos. “Siempre he disfrutado de temas que giran en torno a la melancolía, la figura femenina y las especies encontradas en la naturaleza”, dice ella.

Caminar de manera caprichosa junto a mantis religiosas, abrazar a un tigre con traje o estar rodeada de cisnes, cada personaje se presenta con detalles delicados, desde sus cabellos flotantes hasta sus prendas de gasa. Esta delicadeza contribuye al aire de fantasía cautivador que caracteriza el estilo de Nguyen.

Después de trabajar en murales a gran escala durante un tiempo, la artista radicada en Georgia utiliza principalmente pintura acrílica y lápices de colores. En papel de acuarela de peso pesado, lavados ligeros de acrílico bloquean los campos iniciales de color y preceden las capas de pintura para crear valor. Los lápices de colores ejecutan los detalles finales, como el refinamiento de los valores más oscuros.