Un restaurante que parece sacado de un cuaderno de dibujo

Shirokuro, un nuevo restaurante japonés de omakase en Nueva York, parece más una ilustración en blanco y negro que un lugar real. Excepto por algunas lámparas tipo globo, platos de cerámica coloridos y la cocina abierta, todo el espacio está diseñado como si fuera un dibujo en 2D.

“Shirokuro” significa “blanco-negro”, y según The New York Times, su creador James Lim se inspiró en un restaurante inmersivo en Corea que visitó hace diez años. Para darle vida a su versión en el East Village, invitó a su amiga Mirim Yoo —agente inmobiliaria y artista— a transformar el espacio en un entorno completamente ilustrado.

Los platillos vibrantes contrastan con los pisos dibujados a mano como si fueran tablones de madera, y las paredes muestran íconos japoneses como bonsáis, teteras, flores de cerezo y composiciones al estilo ukiyo-e. “Nuestra visión era ofrecer algo único: un lugar donde el arte y la comida se cruzan en un cuaderno de bocetos vivo y en movimiento”, explican desde el restaurante.